Oraciones al Santito

 A San La Muerte se lo invoca igual que a otro santo, con la diferencia que a éste también le pueden llegar a pedir que realice algún daño a alguien.
El santo es para interceder ante Dios para que en la adversidad le dé la gracia que en ese momento necesita. Obrando en bien de las personas, protegiendo a los cultores de San la Muerte, para que en las casas no llegue ningún “daño” que otra persona más intencionada pueda realizar.

El pueblo lo nombró su “abogado” en los negocios; en matrimonio mal avenido, y para cada una de las circunstancias en donde la fe es necesaria para sobrellevar un momento adverso. Esto se puede apreciar en las oraciones a San La Muerte. 

¡Oh, Señor San la Muerte!
Poderoso espíritu Esqueleto.
Grande es tu bondad.
Eficientes son tus intercesiones.
Humildemente te agradezco
La(s) gracia(s) concedidas.
Te agradezco y te pido
Que me sigas protegiendo
A mi y a (se nombra la persona un objeto al cual se le pide protección)
Señor La Muerte,
Mi abogado te nombré
Y mi abogado te pido que sigas siendo.
Que nadie pueda hacer “daño”
Que pueda llegarme.
Que como lo haga le vuelva.
Amen Jesús. Amen María. Amen José
Señor de la Buena Muerte dame esperanza,
Una esperanza de 24 horas día tras día,
aparta de mi la tristeza y no la entrega a ningún otro, planta en mi corazón la semilla del amor,
para que mi vida de abundante y ricas cosechas,
Ayúdame a transformar mis rivales en amigos
saca de mi alma las arrugas feas del odio
que envejecen antes de tiempo
dame o Señor de la Buena Muerte
el equilibrio para reconocer mis defectos
y para poder enmendarlos, venda mis ojos para que no comente y amplíe
los defectos ajenos dame el coraje y la fuerza de saber perdonar y aparta de mi Señor de la Buena Muerte cualquier deseo de venganza, que yo sea tolerante sin ser cobarde, perseverante sin presunción, activo sin orgullo, líbrame del papel de codero ingenuo ante los prepotentes, y que no sea un león ante los débiles, Señor de la Buena Muerte que yo sea justo y leal, comprensivo y optimista un hombre de profunda fe y de oración y lo demás me lo vendrá todo por añadidura, con tu gracia y tu amor porque tu Señor de la Buena Muerte eres mi protector. Amén